El amor es hermoso, cuando Cristo es el que está en medio de una relación, no podríamos hablar de que todas las parejas están «felizmente casadas» porque todos pasan por momentos de crisis. Sin embargo, la felicidad existe cuando en la relación existe la amistad, la confianza, la seguridad, la fidelidad de reconocer que nadie está libre de caer, pero una promesa ante los ojos de Dios, debe ser de gran valor y temor.
Alguna vez has escuchado ese dicho «hay mucho lobo disfrazado de oveja» por un ojo son santos y por el otro pecan. Tanto los hombres como las mujeres, deben tener cuidado de que sus miembros no los traicionen. Los antiguos religiosos creían ser muy santos, sólo porque conocían la ley, pero ni siquiera al Padre habían conocido y así existen muchos religiosos deseando lo que no pueden tener, cansados de sus parejas, anhelan estar solteros o viudos.
Jesús nos enseña en Mateo 5 la importancia de obedecer los mandamientos de Dios, porque es fácil decir «no somos adúlteros» pero que difícil es tener ojos solamente para una persona ¿Verdad?
En el mensaje anterior hablábamos de la importancia de tener una pureza sexual, así sucede en el matrimonio… cada persona debe tener una intimidad disciplinada, firme y real con Dios, para que el mal no gobierne sus vidas ni mucho menos sus pensamientos.
Si el mal gobierna su vidas, no olvide hablar con Dios y con su cónyuge, la biblia dice que es mejor dos que uno, por ello pónganse de acuerdo orando. No busque refugio en otras personas pretendiendo complacer sus apetitos y sueños eróticos, sólo Jesús puede ayudarle si realmente lo buscas y le crees.
«Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno»
Mateo 5:27-28