Hay tiempo para todo, a veces los afanes de la vida nos roban el aliento, caminamos sin rumbo perdiendo la dirección de nuestro caminar y no importa en qué situación estemos nunca perdamos de vista, a dónde queremos llegar porque…
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado, tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Así que… ¿De qué sirve correr tanto? ¿De qué sirve estar afanados y cargados? Solo Dios nos puede hacer descansar, depositamos nuestras cargas, preocupaciones a los pies de Dios y podrás entender la importancia de vivir en los tiempos de Dios.
©Copyright2019