LOS FRUTOS PRINCIPALES DE LA RELIGIÓN

“No hay nada más irónico que un religioso hablando mal de una religión”

Ser religioso es tener un protocolo, defender cuatro paredes e idolatrar objetos, hombres, iglesias, la misma religión como tal, desconociendo el verdadero motivo por el cual Dios nos ha amado. El hombre es sensible a la voz de Dios, cuando dispone en conocerle, pero suele perderse por el pecado, por las emociones, espiritualismo, ritualismo y mandatos de hombres. Jesús dijo que una sana doctrina se conocía cuando la persona no se predicaba así mismo y hay más de uno que testifica esa verdad, en el caso de Jesús fue testificado por el Padre,  una verdad en el cual todos deberíamos conocer, sin entrar en vanas contiendas y egolatrías.

Muchos de nosotros hemos visto la religiosidad de las personas que nos rodea, creemos que todos están en el error, menos mi comunidad y “yo”, muy pocas veces nos hemos preguntado ¿Cómo sé que no soy un religioso y realmente vivo en la presencia de Dios? en este espacio compartiremos dos palabras que mencionan la biblia el sectarismo y la idolatría:

La idolatría es “la práctica religiosa en la que mejor se rinde culto a un ídolo. Amor y admiración excesivo que se siente por una persona o por una cosa” Podemos practicar la idolatría de muchas formas, entendiendo que quién ocupe el primer lugar en su corazón ese será su dios.

Dios le habla a los idólatras:

  • Sordos, oíd; ciegos, mirad y ved. ¿Quién es ciego sino mi siervo, tan sordo como el mensajero a quien envío? ¿Quién es tan ciego como el que está en paz conmigo, tan ciego como el siervo del SEÑOR?… (Isaías 42:18-19)
  • Vosotros sois mis testigos–declara el SEÑOR– y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro dios, ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy el SEÑOR, y fuera de mí no hay salvador.…(Isaías 43:10)

Dios llama a su pueblo elegido arrepentirse de toda idolatría que puede morar en el corazón, y más porque así dice en sus mandamientos “Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas… no tendrás otros dioses fuera de mi” la idolatría enceguece, guiándonos por un camino sin entendimiento y desamor hacia el Dios verdadero.

Y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.

Isaias 44:9-20

El sectarismo: es La cualidad o actitud propia de la persona que defiende y sigue con fanatismo e intransigencia una idea o una doctrina sin admitir una crítica sobre la misma, por ejemplo: Divisiones políticas, religiosas, guerras entre naciones, expulsar lo que no piensan igual a mi” Si el mundo no fuera sectarista  se acabarían muchas guerras, pero nuestra cruda realidad es vivir en mundo “todos contra todos” a cuesta de todo queremos defender una ideología. La palabra de Dios nos enseña:

No seamos sectarios:

  • Y manifiestas son las obras de la carne que son: idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos (Gálatas 5:16-21).
  • Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan (Lucas 21:14-19).

Antes del fin veremos el sectarismo

  • Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino (Lucas 21:9-10). 

A pesar de que el mundo es sectarista, su pueblo elegido no debe vivir en el sectarismo, en muchas ocasiones nos van aborrecer por el simple hecho de ser seguidores de Dios y practicantes de su palabra, puede que para nosotros sea “tener relación con Dios” pero para los inconversos puede que nosotros seamos los religiosos, pero Dios nos enseña a seguir la verdad a través de su palabra, afirmar nuestra fe en el único que da la salvación, y si por alguna razón debemos defendernos ante algunas calumnias, blasfemias Dios nos enseña dos opciones:

Guarda silencio, ora, deja la venganza y el juicio en sus manos:

  • No digas: “Me vengaré” Confía en el Señor, y Él te salvará (Proverbios 20:22)
  • Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio (Santiago 2:13)
  • Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación (Santiago 3:1)

Habla cuando sea la voluntad de Dios:

  • Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar (Éxodo 4:12)
  • En cuanto a mí —dice el Señor—, éste es mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tus labios, no se apartará más de ti, ni de tus hijos ni de sus descendientes, desde ahora y para siempre —dice el Señor— Isaías 59:21

La verdadera religión es:


Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo 

Santiago 1:25-27

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